domingo, 25 de noviembre de 2012

Aspectos éticos de la enfermedad terminal


La muerte forma parte de la vida de cada uno y constituye un momento personal y único.
La  enfermedad  terminal también llamada Síndrome terminal con sus siglas "ST" se define como el  estado clínico del paciente que  indica  expectativa  de  muerte  en breve plazo.
Se presenta comúnmente como el proceso  evolutivo final  de  algunas  enfermedades crónicas progresivas cuando se han agotado  los  remedios  disponibles . 
El  diagnóstico de enfermedad terminal "ST" se basa en la  existencia de los siguientes factores:  
  1. Enfermedad causal de evolución  progresiva.
  2. pronóstico  de supervivencia inferior a  un mes.
  3. Ineficacia  comprobada de los tratamientos 
  4. Pérdida de la esperanza de recuperación                                                                                                        

Cuando  el  médico  aplica  el  diagnóstico de ST surgen diversas interrogantes: 
"¿Debo  decirlo  a  mi  paciente?"
"¿Cómo  comparto este conocimiento con mi paciente?"

El personal de salud debe dar respuesta aestas interrogantres que llevan a dilemas tales como:
el derecho de los enfermos a decidir sobre los tratamientos y las opciones clínicas como parte del principio de libertad y autonomía individual (no inicio o retirada de medidas de soporte vital), y el deber de la sociedad y de los profesionales de intervenir en el proceso de la muerte y en las decisiones asistenciales relacionadas con la misma (cuidados paliativos, eutanasia y suicidio asistido).



 La atención al enfermo en esta fase terminal constituye una de las funciones más importantes 

del personal de salud, que inician un nuevo tipo de asistencia, cuya meta ya no es liberar al paciente de su enfermedad, sino ayudarle a morir en paz o, más bien, a vivir dignamente hasta que le llegue la muerte.

En la atencion al paciente terminal: Se orienta a tres áreas importantes de actuación:
Cuidados Paliativos: La meta fundamental es proporcionar bienestar al paciente y su familia sin intentar alargar la supervivencia. Debe cubrir las necesidades físicas, psicológicas, espirituales y 
sociales del paciente y sus familiares. Si es necesario, el apoyo debe incluir el proceso de duelo. 


El paciente tiene derecho a conocer la verdad sobre su enfermedad, cuando ve 
comprometida su salud y acude al médico.
a.- Nunca se debe mentir al enfermo, ni inducirle a engaño. Nadie tiene derecho a 
mentir a un enfermo que seria y confiadamente pregunta por su estado, quitándole así la 
posibilidad de enfrentarse con su muerte.
b.- No existe siempre obligación de decir la verdad, si se estima que puede influir 
negativamente en el enfermo. El médico debe, pues, dar la información requerida por el 
enfermo, averiguando lo que éste quiere saber.
c.- En ocasiones puede callarse la verdad, eludiendo contestaciones a preguntas 
indirectas que hace el enfermo (hechas por motivos distintos: reafirmación, ganar 
esperanza...) pero esperando el momento oportuno de manifestarla, o mejor, tratando de 
ir dándola gradualmente. Pero si el peligro de muerte es próximo, se debe manifestar al 
enfermo su situación.

Los pacientes, una vez conscientes de su pronóstico,  pueden  pasar  por  algunas  de  las siguientes  etapas,  descritas  por  Elizabeth Kübler Ross: rebelión y negación, frustración y negociación, depresión y aceptación. Los pacientes con ST suelen no comprender bien las razones de su enfermedad, ni el origen de su sufrimiento. El  consuelo humano, animándole a  aprovechar espiritualmente  la  situación,  devuelve  la  paz  en  los 
momentos más difíciles.  





Leer mas en :
http://aebioetica.org/revistas/1998/2/34/234.pdf
http://www.bioeticaweb.com/content/view/206/830/
http://www.paliativossinfronteras.com/upload/publica/libros/dilemas-eticos-final-vida/01%20Astudillo.pdf

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