Aspectos éticos de la enfermedad terminal
La muerte forma parte de la vida de cada uno y constituye un momento personal y único.
La enfermedad terminal también llamada Síndrome terminal con sus siglas "ST" se define como el estado clínico del paciente que indica expectativa de muerte en breve plazo.
Se presenta comúnmente como el proceso evolutivo final de algunas enfermedades crónicas progresivas cuando se han agotado los remedios disponibles .
El diagnóstico de enfermedad terminal "ST" se basa en la existencia de los siguientes factores:
- Enfermedad causal de evolución progresiva.
- pronóstico de supervivencia inferior a un mes.
- Ineficacia comprobada de los tratamientos
- Pérdida de la esperanza de recuperación
Cuando el médico aplica el diagnóstico de ST surgen diversas interrogantes:
"¿Debo decirlo a mi paciente?"
"¿Cómo comparto este conocimiento con mi paciente?"
El personal de salud debe dar respuesta aestas interrogantres que llevan a dilemas tales como:
el derecho de los enfermos a decidir sobre los tratamientos y las opciones clínicas como parte del principio de libertad y autonomía individual (no inicio o retirada de medidas de soporte vital), y el deber de la sociedad y de los profesionales de intervenir en el proceso de la muerte y en las decisiones asistenciales relacionadas con la misma (cuidados paliativos, eutanasia y suicidio asistido).
La atención al enfermo en esta fase terminal constituye una de las funciones más importantes
del personal de salud, que inician un nuevo tipo de asistencia, cuya meta ya no es liberar al paciente de su enfermedad, sino ayudarle a morir en paz o, más bien, a vivir dignamente hasta que le llegue la muerte.
En la atencion al paciente terminal: Se orienta a tres áreas importantes de actuación:
Cuidados Paliativos: La meta fundamental es proporcionar bienestar al paciente y su familia sin intentar alargar la supervivencia. Debe cubrir las necesidades físicas, psicológicas, espirituales y
sociales del paciente y sus familiares. Si es necesario, el apoyo debe incluir el proceso de duelo.
El paciente tiene derecho a conocer la verdad sobre su enfermedad, cuando ve
comprometida su salud y acude al médico.
a.- Nunca se debe mentir al enfermo, ni inducirle a engaño. Nadie tiene derecho a
mentir a un enfermo que seria y confiadamente pregunta por su estado, quitándole así la
posibilidad de enfrentarse con su muerte.
b.- No existe siempre obligación de decir la verdad, si se estima que puede influir
negativamente en el enfermo. El médico debe, pues, dar la información requerida por el
enfermo, averiguando lo que éste quiere saber.
c.- En ocasiones puede callarse la verdad, eludiendo contestaciones a preguntas
indirectas que hace el enfermo (hechas por motivos distintos: reafirmación, ganar
esperanza...) pero esperando el momento oportuno de manifestarla, o mejor, tratando de
ir dándola gradualmente. Pero si el peligro de muerte es próximo, se debe manifestar al
enfermo su situación.
Los pacientes, una vez conscientes de su pronóstico, pueden pasar por algunas de las siguientes etapas, descritas por Elizabeth Kübler Ross: rebelión y negación, frustración y negociación, depresión y aceptación. Los pacientes con ST suelen no comprender bien las razones de su enfermedad, ni el origen de su sufrimiento. El consuelo humano, animándole a aprovechar espiritualmente la situación, devuelve la paz en los
momentos más difíciles.
Leer mas en :
http://aebioetica.org/revistas/1998/2/34/234.pdf
http://www.bioeticaweb.com/content/view/206/830/
http://www.paliativossinfronteras.com/upload/publica/libros/dilemas-eticos-final-vida/01%20Astudillo.pdf
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