Pragmatismo: El pragmatismo consiste en reducir "lo verdadero a lo útil" negando el conocimiento teórico en diversos grados; para los más radicales sólo es verdadero aquello que conduce al éxito individual, mientras que para otros, sólo es verdadero cuando se haya verificado con los hechos.
Existencialismo: Etimológicamente proviene de los vocablos latinos Ex–Sistere, Existentia, que significan "lo que está ahí", "lo que es". También Ex–Sistit, que es "lo que está afuera"; así, la existencia es equiparable a la realidad, lo que está "Ex" de la cosa que es. De este modo, el existencialismo, como relación hombre mundo, "lucha contra toda concepción del hombre que le considere independiente de sus relaciones con el mundo, como alma pura, conciencia pura, yo puro o espíritu puro".
Teología: La teología sabe que la experiencia de la fe constituye una realidad dada con anterioridad al pensamiento. Pero en cuanto dicha experiencia se realiza siempre "como un acontecer humano y como una forma de vida y existencia humana" , entonces ella también se realiza "en el horizonte de la inteligencia que el hombre tiene de sí mismo y del ser"
Humanismo: se utiliza comúnmente para indicar toda tendencia de pensamiento que afirme la centralidad, el valor, la dignidad del ser humano, o que muestre una preocupación o interés primario por la vida y la posición del ser humano en el mundo.
Liberalismo:Liberalismo: Es una corriente de pensamiento filosófico, social, económico y de acción política, que promueve las libertades civiles y el máximo límite al poder coactivo de los gobiernos sobre las personas.
Utilitarismo: sostiene que lo bueno consiste en lo útil, es decir, se postula que lo moralmente bueno radica en la legítima aspiración hacia el bienestar.
Comunitario: es una corriente filosófica que tiene tres características.
La preocupación por el problema de Dios en relación con el problema del hombre. Sin excluir a los no creyentes, convoca a todos a evitar todo neutralismo acerca del valor incondicional de la persona humana como realidad central y la urgencia del compromiso para liberarla de condicionamientos alienantes.
La defensa de la persona humana, individual y colectivamente, como parte de una búsqueda para liberar a la persona de ataduras y llegar al sustrato último en el que todos los seres humanos son iguales.
El interés por las relaciones interpersonales y comunitarias, desde la praxis. La acción personalista debe modificar la realidad, formar y acercar a las personas, enriquecer su universo, favorecer la libertad. En el ámbito institucional lucha para que nadie sea víctima o instrumento, sino que disponga de los medios adecuados para realizarse plenamente como persona.
Teología: La teología sabe que la experiencia
de la fe constituye una realidad dada con anterioridad al pensamiento. Pero en
cuanto dicha experiencia se realiza siempre "como un acontecer humano y
como una forma de vida y existencia humana" , entonces ella también se
realiza "en el horizonte de la inteligencia que el hombre tiene de sí
mismo y del ser"
Humanismo: se utiliza comúnmente para indicar
toda tendencia de pensamiento que afirme la centralidad, el valor, la dignidad
del ser humano, o que muestre una preocupación o interés primario por la vida y
la posición del ser humano en el mundo.
Liberalismo: Liberalismo: Es una corriente de
pensamiento filosófico, social, económico y de acción política, que promueve
las libertades civiles y el máximo límite al poder coactivo de los gobiernos
sobre las personas.
Utilitarismo:
sostiene que lo bueno consiste en lo útil, es decir, se postula que lo
moralmente bueno radica en la legítima aspiración hacia el bienestar.
Comunitario: es una corriente filosófica que tiene
tres características.
La
preocupación por el problema de Dios en relación con el problema del hombre.
Sin excluir a los no creyentes, convoca a todos a evitar todo neutralismo
acerca del valor incondicional de la persona humana como realidad central y la
urgencia del compromiso para liberarla de condicionamientos alienantes.
La defensa
de la persona humana, individual y colectivamente, como parte de una búsqueda
para liberar a la persona de ataduras y llegar al sustrato último en el que
todos los seres humanos son iguales.
El interés
por las relaciones interpersonales y comunitarias, desde la praxis. La acción
personalista debe modificar la realidad, formar y acercar a las personas,
enriquecer su universo, favorecer la libertad. En el ámbito institucional lucha
para que nadie sea víctima o instrumento, sino que disponga de los medios
adecuados para realizarse plenamente como persona.